Vas por la calle como cada
día,
Entre multitud de personas…
O vas manejando en la vía,
De una zona a otra…
Miras a cada lado para
cruzar,
Miras a los otros para no
tropezar…
Miras tanto pero a la vez
no ves
Más que aquella tez…
Una mirada, un toque…
El olor de tu cuerpo…
Un gesto de amor, un roce,
Somos un barco sin puerto…
A la deriva vamos
Hasta que nos encuentran…
O a veces nosotros
encontramos
A aquel con el que menos
uno cuenta…
Y cuando nos besamos
Cerramos los ojos para
poder ver,
Lo que a simple vista no se
ve,
Y ahí quedamos extasiados…
Y cuando le pedimos ayuda
al Padre
También cerramos los ojos,
Para poder “ver” aquello
que realmente vale…
Que está oculto a nuestros
ojos…
Y escuchamos un pequeño
grito
De emoción de aquella
criatura,
Sea tu sobrino, nieto o tu
hijo,
Que cuando te siente se
emociona con locura…
Aprendes ese día
Que aquello que no logramos
ver
Es más que la luz del día…
Es más de lo que podemos
saber…
Está más allá de lo que se
ve
Es lo que no se ve…
Es la energía que te mueve
Y en un nuevo ser te
convierte…
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