No hubo público
Para lo que sucedía…
Dos almas en el idilio
Y viviendo la tragedia…
No hubo rencor
No hubo pena,
No hubo temor,
Eran almas gemelas…
Una vida es insuficiente
Para separarlos realmente,
Dos vidas, ni tres ni veinte…
Su amor fluye eternamente…
Él se acerca a sus labios
Y sin esperar la besa
tiernamente…
Luego, lo invade el frío,
El adiós lo vence
inevitablemente…
¿Un último abrazo?
-dice él.
No, no será el último
-replica
ella…
Ella se acerca…
con esa mirada,
Él permanece…
Y se
deja penetrar…
Ella suelta su mano,
Él la mira lozano…
No hay rencor alguno…
Seguirán siendo uno…