miércoles, 23 de septiembre de 2020

Aquella despedida...


No hubo público

Para lo que sucedía…

Dos almas en el idilio

Y viviendo la tragedia…

 

No hubo rencor

No hubo pena,

No hubo temor,

Eran almas gemelas…

 

Una vida es insuficiente

Para separarlos realmente,

Dos vidas, ni tres ni veinte…

Su amor fluye eternamente…

 

Él se acerca a sus labios

Y sin esperar la besa

            tiernamente…

Luego, lo invade el frío,

El adiós lo vence

            inevitablemente…

 

¿Un último abrazo?

           -dice él.

No, no será el último

           -replica ella…

 

Ella se acerca…

        con esa mirada,

Él permanece…

        Y se deja penetrar…

 

Ella suelta su mano,

Él la mira lozano…

No hay rencor alguno…

Seguirán siendo uno…

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